Como consecuencia del suceso de la torre Grenfell en Inglaterra y de los últimos sucesos relacionados con la seguridad colectiva en los países de nuestro entorno, os trasladamos la siguiente realidad con el fin de evidenciar la necesidad de un nuevo análisis general de lo que nos rodea en nuestro ámbito público y de los riesgos potenciales en lo que se refiere a mobiliario urbano.
La causa del suceso Grenfell nos la informa la prensa nacional e internacional conforme el foco embrionario del incendio se concentra en un frigorífico y se propaga de manera rápida por la fachada del edificio debido al polietileno que la recubre.
El polietileno es un polímero plástico derivado del petróleo. Comentar a título anecdótico que hoy la industria plástica también puede obtener polietileno del almidón procedente de cultivos masivos de patata o caña de azúcar. A pesar de este «disfraz verde», el resultado es un polímero plástico y no compostable, es decir no degradable fácilmente y su obtención vía agrícola capta recursos hídricos, provoca deforestaciones y consume plaguicidas químicos. Además de alterar el precio de recursos alimentarios.
Mobiliario Urbano y condideraciones sobre sus riesgos potenciales y efectos perjudiciales
En todas nuestras ciudades y poblaciones disponemos en los espacios públicos, calles, plazas, etc. de contenedores de recogida de residuos urbanos de diferentes tamaños y formatos, pero con una característica común: todos están fabricados con Polietileno.
Esa decir que «coloco un contenedor de carga lateral de 2400 litros de volumen delante de tu puerta» es lo mismo que “te pongo 135 kgs de polietileno inflamable delante de tu puerta».
Estos recipientes arden y son inflamables incluso estando vacíos. Además no son estancos con el fuego de manera que si en una agrupación de contenedores arde uno el fuego se propaga a los adyacentes con facilidad.
Las ubicaciones de estos contenedores aumentan o disminuyen el potencial de riesgo que describimos aquí. A la agrupación de contenedores para la recogida de diferentes fracciones de residuos se la denomina «Isla».
Es fácil ver islas de contenedores ubicadas por ejemplo:
- Al pie de los alcorques de árboles cuyas ramas y copas son cercanas a fachadas de edificios.
- Cercanas a canalizaciones de gas ciudad y de sus acometidas.
- Cercanas a centros de transformación eléctricos y a acometidas eléctricas.
- En las proximidades de entradas de colegios y edificios públicos (sobre todo contenedores de la fracción Papel).
- Bajo tendidos eléctricos y de comunicaciones.
- En zonas forestales y áreas recreativas.
- Cercanos a escaparates, negocios, instalaciones hosteleras.
- Cercanos a depósitos de gas o gasóleo de comunidades.
- Al lado de vehículos de todo tipo.
Contenedores de polietileno como problema
Es decir los contenedores de polietileno conviven en nuestro entorno inmediato prácticamente en todos los espacios públicos tanto cubiertos como exteriores.
Cuando hablamos de contenedores fabricados con polietileno podemos poner el caso de ciudades grandes, medianas o incluso pequeñas poblaciones.
Estos contenedores miden 1,75 m y pesan 130 kgs. aproximadamente, una gran ciudad mediterránea dispone de unas 27.000 unidades en la vía publica.
Estos contenedores miden 1,62 m y pesan 135 kgs. Aproximadamente, una ciudad media atlántica dispone de unas 6284 unidades en la vía pública.
Además de hablar de contenedores también tendríamos que comentar el caso de las áreas de juego infantil.
Muchos de los paneles decorativos, toboganes, túneles, y otros elementos de los parques infantiles están fabricados con polietileno .
Después de todo lo anterior cabe establecerse las siguientes preguntas :¿ Existe un riesgo potencial ?
- Si existe riesgo, ¿está estudiado por los órganos competentes ?
- ¿Qué grado de importancia tiene?
- ¿Es necesario protocolizar la implantación de este tipo de mobiliario urbano considerando su riesgo potencial?
Ante el polietileno existe una alternativa para el mobiliario urbano
Los recipientes de plástico para la recogida de residuos urbanos en muchos casos tienen su homólogo en versión acero. El acero es ignifugo y estando vacío el contenedor no arde si le aplican llama o temperatura. Se puede establecer un estudio comparativo de riesgos de ignición y sus consecuencias «acero – polietileno».
Mobiliario urbano desde el punto de vista medioambiental
Es paradójico que a los ciudadanos la Administración nos invite a reciclar y para ello nos ofrezca recipientes de plástico. El día en que son obsoletos, los contenedores se convierten en un problema medio ambiental. De su reciclaje ya sólo se obtiene un polímero desvirtuado que lo convierte en un subproducto plástico.
El polietileno, un problema medioambiental
Por otra parte, por ser un derivado del petróleo su origen como materia prima no deja de tener una faceta geopolítica evidente que tiene que ver con los conflictos bélicos y políticos más graves del planeta.
En su fase de obtención en la plantas químicas, el polietileno también genera graves efectos para la salud de poblaciones adyacentes.
Sus propiedades son plenas cuando el material es «virgen» y se fusiona por primera vez. En su segunda y sucesivas fusiones pierde las características físicas y también disminuye su precio.
Como materia prima el acero no está afectado por connotaciones geopolíticas negativas.
El acero siempre puede volver a ser reciclado de tal manera que el recipiente o contenedor obsoleto confeccionado con acero puede reciclarse por completo sin merma de las propiedades requeridas para la fabricación de un nuevo contenedor.
A esto tenemos que añadir que la obsolescencia de un recipiente de polietileno es un 55 % más rápida que en el caso de uno de acero.
Plantear sistemas de recogida de residuos sólidos urbanos implantando flotas de contenedores de plástico es una incoherencia con el conocimiento que hoy obra en nuestro poder relativo a los plásticos, sus efectos medioambientales, la penetración de los plásticos en las cadenas tróficas de los seres vivos, etc
Y atención: no estamos hablando aquí de los aditivos que se le añaden al plástico o polietileno para resistir los rayos uva ni tampoco de los pigmentos fabricados con anilinas y metales pesados.
Conclusión sobre mobiliario urbano y polietileno
El polietileno aplicado a la producción de mobiliario urbano y masivamente a la fabricación de contenedores para la recogida de residuos conlleva riesgos potenciales de incendios y efectos colaterales sobre la salud de las personas y de los seres vivos y sus ecosistemas en todo el planeta.
Es necesario implementar en los proyectos de recogida de residuos que lo introducen en nuestra ciudades vectores de contención de tal modo que se valore positivamente su retirada de los sistemas de gestión por otros elementos como los confeccionados con acero. Para concluir, adjuntamos un ejemplo de fuego en contenedores de polietileno: